Las heridas: ¿Qué tipos hay y cómo debes tratarlas?
Las heridas son lesiones relativamente frecuentes en el día a día de una persona. La mayoría de ellas no son graves, pero siempre es recomendable limpiarlas y desinfectarlas con el objetivo de que cicatricen bien y que se restaure la superficie de la piel afectada.
En este artículo nos centraremos en explicar qué es una herida, cómo podemos clasificarla según distintos factores y cómo se puede curar adecuadamente. ¡Vamos allá!
Las heridas: ¿Qué tipos hay y cómo debes tratarlas?
Comprende exactamente qué es una herida y descubre cómo puede categorizarse a partir de aspectos como el objeto o mecanismo causante, su profundidad o su gravedad. ¡Léelo a continuación!
Las heridas son lesiones relativamente frecuentes en el día a día de una persona. La mayoría de ellas no son graves, pero siempre es recomendable limpiarlas y desinfectarlas con el objetivo de que cicatricen bien y que se restaure la superficie de la piel afectada.
¿Qué es una herida?
Una herida es una lesión consecuencia de una agresión o un traumatismo en la que se produce una alteración en la integridad de la piel y en las partes blandas de la misma. Los agentes que producen las heridas pueden ser de distinto origen:
- Agentes físicos, como cortes, quemaduras o golpes.
- Agentes biológicos, como bacterias, virus y hongos.
- Agentes químicos, como ácidos.
Clasificación de las heridas
Las heridas se pueden clasificar desde diferentes puntos de vista o aspectos. A continuación veremos algunos de los más comunes, si bien se pueden encontrar otras categorizaciones:
Según el objeto o el mecanismo causante, la herida puede ser:
- Cortante o incisa: Es ocasionada por un objeto cortante, como un cuchillo o un vidrio. Los bordes de la herida están limpios y definidos. En este tipo de heridas, el sangrado suele ser abundante.
- Punzante: Es producida por un objeto punzante, como un clavo. La gravedad de la herida depende de la profundidad y de si daña nervios o vasos sanguíneos.
- Contusa: Es ocasionada por el impacto de un objeto como una piedra o un martillo. En estas heridas, los bordes son irregulares y suelen presentar un hematoma.
- Por desgarro: Es producida por objetos con dientes en su parte cortante, como una motosierra. Los bordes son irregulares.
- Por raspadura: Producidas por objetos con dientes o palas, como una trituradora de comida, o por el asfalto, cuando la piel se arrastra por él en un accidente de tráfico y la carne queda al descubierto.
Según la profundidad, la herida puede ser:
- Superficial: Cuando solo atraviesa la piel.
- Profunda: Cuando la herida atraviesa el tejido subcutáneo.
- Penetrante: Cuando penetra una cavidad, como puede ser la boca, el abdomen, la vagina, etc.
- Perforante: Cuando atraviesa el cuerpo.
Según la cicatrización, la herida puede ser:
- Aguda: Es aquella que el organismo es capaz de cerrar o sanar en el tiempo esperado. La cicatrización se producirá sin infección y en un periodo que suele oscilar entre siete y catorce días.
- Crónica: Es aquella que el organismo no puede cerrar o sanar en el tiempo esperado, ya que la herida suele ser más profunda y la zona suele estar inflamada. El proceso de reparación y cicatrización es desordenado se alarga en el tiempo.
Según su riesgo de infección, la herida puede ser:
- Limpia: Es la realizada en un entorno aséptico, por ejemplo en un quirófano.
- Contaminada: Ha estado expuesta a bacterias un corto periodo de tiempo.
- Sucia o infectada: Ha estado expuesta a bacterias un periodo largo de tiempo
Según la integridad de la piel, la herida puede ser:
- Abierta: Se observa la separación de los tejidos blandos de la piel. Estas lesiones tienden a infectarse con facilidad.
- Cerrada: No se observa lesión aparente, pero hay hemorragia debajo de la piel, en cavidades o vísceras. Así, los tejidos dañados no están expuestos al exterior.
Según la gravedad de la herida: Es probablemente una de las categorizaciones más representativa. Una herida puede ser leve o grave. La gravedad se medirá en función de otros factores: si la herida es superficial o profunda, si está contaminada o no, si está abierta o cerrada, si el objeto o mecanismo que lo ha causado puede quedar en el interior del cuerpo, etc.
Cómo curar una herida
Dada la heterogeneidad de las heridas, también existe un abanico amplio de curas y cuidados a llevar a cabo. Por norma general y como primeros cuidados, las heridas deben limpiarse con agua y jabón neutro (de dentro de la herida hacia fuera) y secarlas cuidadosamente. También es aconsejable aplicar algún antiséptico para prevenir infecciones y cubrirla con un apósito o vendaje.
El personal sanitario será el encargado de valorar y analizar la gravedad de la lesión y aplicar las curas más idóneas según las particularidades de la misma y del paciente.
¿Sabías que…?
Finalmente, aprovechamos para desmontar un falso mito: la herida debe permanecer cubierta y, si es posible, con un apósito de Cura en Ambiente Húmedo (CAH), ya que son los que mejor simulan las condiciones fisiológicas de la piel sana.
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