El dolor cervical y la terapia física

La columna cervical tiene una funcionalidad distinta al resto de la columna vertebral, debido a que su función está relacionada con las necesidades de la cabeza (ajustes neuromusculares). Ahora bien, el dolor cervical inespecífico es la 4ª causa principal de discapacidad. 

Habitualmente cuando indagamos sobre los factores desencadenantes del dolor cervical hallamos aumento de la tensión muscular percibida y alteraciones en el estado anímico, lo que da cuenta de la importancia en esta patología del contexto psico-social del individuo. 

Por otro lado, si bien no hay literatura científica que afirme que patrones disfuncionales posturales provoquen el dolor cervical, las malas posturas pueden agravar los síntomas. Por ejemplo, la postura sostenida de la cabeza en flexión (hacia adelante) genera una mayor presión ejercida sobre la columna cervical llevando a un excesivo estrés sobre las vértebras cervicales y los músculos implicados en esta región, como el trapecio.

La región superior del cuello y la columna cervical, es un área sometida con frecuencia a un exceso de tensión e inmovilidad ya que el estilo de vida sedentario de la sociedad actual y las posturas estáticas mantenidas durante períodos prolongados llevan a una progresiva inhibición y laxitud de los músculos dinámicos y a la pérdida de flexibilidad de los músculos posturales. Este desbalance muscular puede llevar al desarrollo de un síndrome de dolor miofascial. 

¿Qué es el Síndrome de Dolor Miofascial?

El síndrome de dolor miofascial se refiere al dolor que se origina en el músculo y la fascia que lo rodea. Su característica principal es la presencia de puntos gatillo dentro de un músculo cuya presión da origen a un dolor local y referido, con un patrón determinado de irradiación. 

La fascia que rodea al musculo es tejido conjuntivo que mantiene la unión de los músculos entre sí y con otras estructuras corporales, permite el movimiento, soporta y transmite las tensiones de diversa intensidad. La fascia tiene la gran capacidad de responder a esta demanda de tensión, como la postural, provocando cambios en las células musculares, favoreciendo el desarrollo de puntos gatillos.

  La disfunción de la articulación temporomandibular puede causar cambios musculares y biomecánicos a nivel de la columna cervical siendo una causa frecuente de dolor miofascial en la consulta médica. Recordemos que desde una descripción anatómica, la región del cuello está delimitada por la mandíbula en su parte superior y por la última vértebra cervical en su parte inferior. La musculatura de esta área y la fascia correspondiente deben considerarse como un todo y los trastornos de la mandíbula pueden ocasionar disfunciones en el cuello y el área sub occipital, y viceversa. 

El sueño y los dolores musculoesqueléticos

La perturbación del sueño también da como resultado dolores musculoesqueléticos, fatiga y rigidez. El dolor y la alteración del sueño llegan a desarrollar una interrelación recíproca, ya que un dolor intenso durante el día causa una alteración del sueño esa noche. Esto conduce a un dolor más intenso al día siguiente. El sueño poco reparador se vincula a la presencia de dolor espontáneo en las masas musculares, los tendones y sus inserciones. 

¿Centrarnos en el problema del insomnio nos ayudará a calmar el dolor de cuello? Sí, esforzarse por mejorar los problemas de sueño podría ser una buena estrategia para aliviar el dolor, independientemente de otros tratamientos que se sigan. Un sueño reparador aumenta la regeneración de los tejidos, favorece la relajación muscular y nos hace estar más positivos, todo lo cual podría ayudar frente al dolor.

La postura y la almohada también son importantes 

Es importante elegir una almohada que se adapte a la forma del cuello, ni demasiado dura ni demasiado blanda, para que la columna mantenga su alineación natural. También se debe evitar dormir boca abajo, debido a que la espalda se arquea y la presión sobre el cuello girado resulta excesiva. Intentar conciliar el sueño primero boca arriba o de lado ayuda a disminuir horas de sueño en posturas menos deseables. 

Existen factores protectores frente al dolor cervical: el bienestar psico-social, la actividad física recreativa y los ejercicios que aumentan la resistencia de la musculatura cervical, llevando a un equilibrio entre estabilidad y movilidad. 

El rol de la Terapia Física 

Las técnicas de Fisioterapia son establecidas en función de la evaluación global y analítica de cada paciente, inherente a la estructura musculoesquelética, con el propósito de identificar patrones posturales que aumentan la tensión y corregirlos.

Estas técnicas comprenden: 

  • Terapias manuales. 
  • Ejercicios terapéuticos. 
  • Agentes de fisioterapia analgésicos y/o descontracturantes (Electro-termoterapia, TENS, Ultrasonidos, Magnetoterapia). 
  • Educación y asesoramiento, para un pronto retorno a la actividad habitual, brindando información al paciente de que, comúnmente, es una patología con buen pronóstico y recuperación. 
  • Reeducación Postural Global (RPG) y Osteopatía. 

Ante una patología cervical, nuestro servicio de Medicina del Ejercicio y Rehabilitación tiene como objetivos de tratamiento mejorar la calidad de vida del paciente al aumentar su capacidad funcional y disminuir los síntomas, siendo necesario el uso de programas multidisciplinarios. 

A la importancia de realizar un Plan de Rehabilitación en forma precoz, se suma la necesidad de un entrenamiento combinado, de acondicionamiento aeróbico y fortalecimiento de la musculatura global.  Desde la consulta con médicos deportólogos y el Gimnasio de Salud a través de programas de ejercicios supervisados, promovemos la práctica segura de la actividad física y del deporte en todos sus niveles, ofreciendo un servicio de calidad para el cuidado de la salud, con el fin de que cada individuo tratado pueda alcanzar su mejor potencial físico. 

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